Fotomultas en manizales ¡Ojo conductores! comienzan las sanciones.
Ya no serán solo un llamado de atención, ya se impondrán multas reales.

Desde este martes, Manizales ha dado un paso más en la implementación de las fotomultas, un sistema que, tras un periodo educativo, ahora comenzará a aplicar sanciones económicas reales. Según la Secretaría de Movilidad, las cámaras inicialmente se utilizarán para identificar tres infracciones específicas: cruzar un semáforo en rojo, circular con el SOAT vencido o no tener al día la revisión técnico-mecánica. Esta medida, aunque orientada a mejorar la seguridad vial, ha generado controversia entre los ciudadanos, quienes ven en estas sanciones tanto una oportunidad para corregir comportamientos como una posible herramienta de recaudo masivo.
¿Por qué estas infracciones? Un enfoque en la prevención
La decisión de enfocarse en estas tres infracciones no es casualidad. Cada una de ellas representa un riesgo importante para la seguridad vial. Cruzar un semáforo en rojo es una de las conductas más peligrosas en las vías, ya que puede provocar accidentes graves, a menudo con consecuencias fatales. Por otro lado, circular sin SOAT o sin la revisión técnico-mecánica al día no solo expone a los conductores a sanciones, sino que también pone en riesgo a todos los usuarios de la vía. El SOAT asegura que, en caso de un accidente, las víctimas recibirán atención médica, mientras que la revisión técnico-mecánica verifica que el vehículo esté en condiciones seguras para circular.
La implementación de las fotomultas para estas infracciones específicas busca atacar problemas críticos en la cultura vial de la ciudad. Según Juan Felipe Álvarez, secretario de Movilidad, las imágenes captadas por las cámaras serán revisadas cuidadosamente por agentes de tránsito, quienes enviarán las sanciones al domicilio registrado en el RUNT, siempre que la infracción sea comprobada. Este proceso, según las autoridades, garantiza que las multas se apliquen de manera justa y transparente.
El exceso de velocidad, una deuda pendiente
Aunque el sistema de fotomultas se centrará inicialmente en estas tres infracciones, muchos ciudadanos han señalado la necesidad de incluir el control del exceso de velocidad. Esta conducta, que es una de las principales causas de accidentes en Colombia, aún no está dentro de las prioridades del sistema, aunque las autoridades no descartan su inclusión en el futuro. Según Álvarez, el exceso de velocidad representa un peligro latente no solo para los conductores, sino también para peatones, ciclistas y demás usuarios de las vías.
Es importante destacar que, aunque el sistema de fotomultas tiene potencial para abordar esta problemática, su eficacia dependerá en gran medida de cómo se implementen las sanciones y de si estas van acompañadas de campañas educativas. De lo contrario, podría convertirse en un simple mecanismo de recaudo, sin un impacto significativo en la reducción de accidentes.
De las advertencias a las sanciones reales: un cambio necesario
Durante la etapa educativa, quienes fueron captados cometiendo alguna de estas infracciones recibieron solo advertencias, un periodo que sirvió para familiarizar a los ciudadanos con el sistema y para darles la oportunidad de corregir sus conductas. Sin embargo, a partir del 5 de noviembre, las multas comenzarán a aplicarse de manera formal. Este cambio ha sido recibido con sentimientos encontrados: mientras algunos ciudadanos reconocen la importancia de sancionar a los infractores, otros cuestionan si el sistema está diseñado para educar o simplemente para recaudar dinero.
El paso de las advertencias a las sanciones económicas representa un desafío tanto para las autoridades como para los conductores. Por un lado, es necesario garantizar que el sistema sea percibido como justo y transparente; por el otro, los ciudadanos deben comprender que estas multas no son solo un castigo, sino una herramienta para fomentar el respeto por las normas de tránsito y, en última instancia, salvar vidas.
El debate sobre las fotomultas: ¿herramienta educativa o recaudatoria?
Uno de los puntos más polémicos en torno a las fotomultas es su percepción como un mecanismo recaudatorio más que como una herramienta educativa. Este es un debate que no es exclusivo de Manizales; en muchas ciudades de Colombia y del mundo, las fotomultas han sido criticadas por enfocarse en generar ingresos para las administraciones locales, sin atacar los problemas de fondo que afectan la seguridad vial.
Para que el sistema de fotomultas sea efectivo, debe ir acompañado de un componente pedagógico robusto. Esto significa que, además de aplicar sanciones, las autoridades deben invertir en campañas de educación vial que expliquen a los ciudadanos por qué es importante cumplir con las normas. Por ejemplo, en lugar de simplemente multar a un conductor por cruzar un semáforo en rojo, se le podría enviar información sobre las consecuencias de esta conducta, tanto en términos de accidentes como de vidas perdidas.
La responsabilidad de los conductores
A pesar de las críticas hacia el sistema, no se puede ignorar que la principal responsabilidad recae en los conductores. Cumplir con las normas de tránsito no debería depender del miedo a una multa, sino de un compromiso genuino con la seguridad vial. Circular con documentos al día, respetar los semáforos y conducir de manera preventiva son acciones básicas que todos deberíamos asumir como parte de nuestra rutina diaria.
Es fundamental que los conductores comprendan que el SOAT y la revisión técnico-mecánica no son meros trámites burocráticos. Estos documentos son esenciales para garantizar que los vehículos sean seguros y que, en caso de un accidente, las víctimas puedan recibir la atención necesaria. Ignorar estos requisitos no solo es irresponsable, sino también peligroso.
Un llamado a la reflexión colectiva
La implementación de las fotomultas en Manizales debería ser vista como una oportunidad para reflexionar sobre nuestra cultura vial. Más allá de las sanciones económicas, es importante preguntarnos por qué tantos conductores siguen ignorando normas básicas de tránsito. ¿Es una cuestión de desconocimiento, de falta de conciencia o simplemente de desinterés? Resolver estas preguntas es clave para construir una sociedad más segura y responsable.
Asimismo, las autoridades tienen la responsabilidad de garantizar que este sistema sea transparente y que sus recursos se utilicen para mejorar la seguridad vial. Esto incluye no solo la instalación de más cámaras, sino también la implementación de programas educativos, la mejora de la infraestructura vial y el fortalecimiento de la señalización en las calles.
Conclusión: un cambio necesario, pero con matices
La transición de las advertencias a las sanciones económicas en el sistema de fotomultas de Manizales marca un cambio importante en la forma en que se abordan las infracciones de tránsito en la ciudad. Si bien esta medida tiene el potencial de mejorar la seguridad vial, su éxito dependerá de cómo sea implementada y percibida por la ciudadanía.
Las multas, por sí solas, no resolverán los problemas de fondo. Es necesario que tanto las autoridades como los ciudadanos asuman su parte de responsabilidad. Solo a través de un esfuerzo conjunto, que combine sanciones justas con educación y sensibilización, será posible reducir las infracciones, prevenir accidentes y construir una cultura vial más segura para todos.